viernes, 26 de diciembre de 2008

Jornada convivencia 2008

El pasado día 21 de Diciembre de 2008 desde la Fundación Futbol Base el Campello organizamos por primera vez una jornada de convivencia en la que participaron niños y padres.


El tiempo nos acompañó en este día en el que pudimos disfrutar por la mañana de actividades deportivas, posteriormente se repartieron regalos , disfrutamos de una comida y finalizamos la jornada con la actuación de un mago que amenizó a niños y adultos.


Una actividad a la que acudieron alrededor de 300 personas y que deja de manifiesto la implicación de padres en los proyectos de la fundación.


Agradecer al personal del club y del polideportivo su buen hacer durante la jornada.

viernes, 5 de diciembre de 2008

JORNADA DE FORMACION PRIMEROS AUXILIOS JUEVES 11/12/2008

Seminario sobre reanimación
y primeros auxilios





Índice:

1. Reanimación Cardio-Pulmonar en Adultos (RCP)
• Acercamiento a la víctima.
• Apertura de la vía aérea y cánula de Guedel.
• Verificación de respiración y pulso.
• Insuflaciones.
• Compresiones cardíacas.

2. Primeros auxilios
• Perdida del conocimiento y posición lateral de seguridad.
• Heridas leves.
• Hemorragias externas y shock hipovolémico.
• Hemorragias internas.
• Hemorragias por orificios naturales
• Amputaciones traumáticas.
• Maniobra de desobstrucción.
• Contusiones.
• Esguinces y luxaciones.






Francisco M. Bernabéu Díaz
Diplomado en Fisioterapia (UMH)
Master Oficial en Osteopatía y Terapia Manual (UCAM)
Fisioterapeuta Alicante cf.

Reanimación Cardio-Pulmonar en Adultos (RCP)


• Paso 1

Verifique el área antes de actuar para ver si es o no segura.
La RCP nunca se debe realizar en una persona que esté consciente o respirando. Para determinar si la persona está consciente se le pregunta con voz fuerte si "está bien" y se le sacude firmemente, si no hay respuesta es el momento en el que se busca con la vista a alguien que pueda llamar a una ambulancia, sin dejar a la víctima y se dice: Usted (señálelo y diga su seña particular ejemplo: El de la camisa roja con lentes), llame inmediatamente a una Ambulancia y dígale que hay una victima que no respira ni tiene pulso y regrese.




No se debe mover a la víctima si hay evidencia de una lesión seria como huesos rotos o sangrado, aunque realmente es más importante verificar que la persona pueda respirar.Si no se obtiene respuesta, se coloca a la víctima boca arriba y se libera la vía respiratoria, empujando con la palma de la mano la frente hacia atrás, la otra mano (la cual debe estar ubicada al lado de la mandíbula) se usa para levantar la barbilla hacia adelante.

Hay que verificar que la vía respiratoria quede abierta.







• Paso 2

En caso de sospecharse que la víctima tiene una lesión en el cuello, no se le debe inclinar la cabeza, sino colocar las manos al lado de las mejillas y halarle la cara con los dedos índices hacia la persona que realiza la maniobra, siempre de forma suave para evitar agravar lesiones.
Luego, se examina dentro de la boca y se limpia con los dedos cualquier desecho que se encuentre que pueda obstruir la vía respiratoria.




Una vez libre la vía procedemos a colocar la cánula de Guedel, es un dispositivo de material plástico que, introducido en la boca de la víctima, evita el desplazamiento de la lengua hacia la vía aérea y la consiguiente obstrucción de la misma. El primer paso consiste en elegir la de un tamaño adecuado, que debe coincidir con la distancia que haya entre la comisura bucal y el ángulo de la mandíbula. Para su colocación el reanimador debe realizar una hiperextensión cervical, abriendo la boca de la víctima con los dedos índice y pulgar de la mano que no sujeta la cánula, y procediendo seguidamente a introducir ésta, rotada 180º con respecto a la que será su posición definitiva, es decir, la parte cóncava dirigida hacia el paladar, girándola progresivamente según se va introduciendo en la boca hasta dejarla en su posición definitiva, evitando en todo momento desplazar la lengua hacia atrás y poder dejar obstruida la vía respiratoria.
Una vez ubicada, el reanimador deberá comprobar su permeabilidad, realizando insuflaciones y comprobando si se desplaza el tórax de la víctima. El uso de una cánula de tamaño inadecuado o bien su incorrecta colocación podrían traer complicaciones llegando a poner en compromiso la vida de la víctima.




• Paso 3

Después, se determina si la víctima respira observando primero si su pecho se mueve o acercando las mejillas a su boca para sentir el aire exhalado o si se escuchan ruidos. A la vez se verifica el pulso de la víctima colocando los dos primeros dedos en su cuello, justo al lado de la manzana de Adán o nuez. Si no se encuentra ninguno de estos signos, se debe comenzar la respiración boca a boca. Nunca tardar en esto más de 10 segundos.




• Paso 4

Se inclina la cabeza de la víctima hacia atrás, se obstruye el paso de aire por la nariz tapándola con los dedos. A continuación se efectúa una inspiración profunda, se coloca la boca sobre la boca de la víctima y se exhala, asegurándonos que el pecho de la víctima se expande. Se realizan dos insuflaciones iniciales con un intervalo de tiempo entre ellas de 5 segundos. En caso de tratarse de un niño, tome aire y ponga su boca sobre la boca y nariz del niño, realizando también dos insuflaciones. Separe su boca de la del niño y deje que salga el aire.







En el caso de que la víctima tenga pulso pero no respire se debe continuar con la respiración boca a boca hasta que llegue la ayuda médica o la víctima comience a respirar de manera totalmente independiente.
Este procedimiento se realiza de 12 a 15 veces por minuto mientras la persona que lo hace cuenta: mil uno, mil dos, mil tres, mil cuatro y da la respiración.
• Paso 5

Si tampoco hay pulso, se deben iniciar las compresiones cardíacas. Consiste en comprimir el corazón entre el esternón y la columna vertebral cargando nuestro peso sobre el tercio inferior del esternón de la víctima. Para localizar este punto con exactitud seguiremos con los dedos de una de nuestras manos el borde inferior de las costillas en dirección al esternón, y en la zona central del pecho chocaremos con la punta cartilaginosa del esternón (apófisis xifoides); en este punto pondremos 2 o 3 dedos de la otra mano en dirección a la cabeza y en este nuevo punto colocaremos el talón de la primera mano. Esta es la zona donde realizaremos las compresiones, quedando completamente desnuda y especialmente si existen sujetadores con aros metálicos; ello implica actuar con respeto a la intimidad del sujeto. Para ello, sin apoyar ni la palma de la mano ni los dedos sobre la víctima, pondremos la otra mano sobre la primera (mejor entrelazando los dedos) y con los brazos rectos y perpendiculares al pecho de la víctima dejaremos caer nuestro peso con el fin de hacer descender el tórax unos centímetros. No todas las personas tienen la misma consistencia en sus costillas por lo cual se recomienda hacer rápidamente una o dos presiones de tanteo para precisar la "dureza" del recorrido muerto y saber exactamente dónde comienza la verdadera presión sobre el músculo cardíaco.




Las compresiones serán secas y rítmicas (contaremos... mil uno... mil dos... mil tres... etc.), en numero de 15, posteriormente volveremos a dar dos insuflaciones rápidas y de nuevo 15 masajes externos. Cada conjunto de 2 insuflaciones y 15 masajes se denomina ciclo de reanimación con un socorrista. Si son dos los reanimadores, el ciclo es de 1 insuflación y 5 masajes. Consideraremos secuencia al conjunto de 4 ciclos completos de reanimación.










Si la víctima es un niño, se usa el mismo procedimiento, pero sólo se realizan 5 compresiones seguidas de una insuflación. Después de una secuencia (4 ciclos de reanimación) se verifica si hay respiración y pulso y se continúa con este patrón hasta que la ayuda médica llegue o la víctima comience a respirar por sí sola.











Primeros auxilios



• Perdida del conocimiento y posición lateral de seguridad

Una persona que ha perdido el conocimiento y se encuentra tumbado de espalda corre el riesgo de morir asfixiado por causa mecánica, ya que la parte posterior de la lengua se desplaza hacia atrás y provoca la obstrucción de las vías respiratorias altas.
Por lo que se recomienda cambiar de posición al accidentado, exceptuando aquel que tenga traumatismo de columna, en este caso se usarán otras maniobras, sino se seguirán los siguientes pasos hasta adoptar la posición lateral de seguridad.








1. Doblar la pierna izquierda.
2. Pasar la mano izquierda del accidentado por debajo del cuerpo.
3. Hacer girar el cuerpo con la ayuda del brazo izquierdo hasta que accidentado este en posición lateral.
4. Llevar la mano derecha y colocarla debajo de la mandíbula de tal manera sirva de apoyo para que la cabeza se mantenga en hiperextensión.




• Primeros auxilios en caso de heridas leves

En estos caso lo primer que debemos de hacer es frenar la hemorragia, a continuación procedemos a la desinfección del material de curas y de las manos del socorrista, para así poder realizar la cura con mayores garantías, para la limpieza de la herida empleamos agua oxigenada o agua y jabón, del centro a la periferia. Si la herida es profunda, utilizar suero fisiológico para su limpieza. Si la separación de bordes es importante, la herida necesitará sutura por un facultativo. Si no es así, pincelar con un antiséptico y dejar al aire. Si sangra, colocar un vendaje compresivo (gasas sujetas con venda no muy apretada). Recomendar la vacunación contra el tétanos si el corte se produce con un metal oxidado.


• Primeros auxilios en caso de hemorragias externas

En estos casos se debe de asegurar la permeabilidad de las vías aéreas, valorar la respiración y también la circulación. Aconsejar y ayudar a tumbar a la víctima en prevención de una lipotimia. Presión directa en la herida con apósitos. Elevación del miembro afectado. Si no cesa la hemorragia, compresión arterial. En último extremo aplicar torniquete, con indicación de la hora de aplicación.





















El torniquete es una maniobra encaminada a paliar una hemorragia aguda, que no puede ser contenida por el sistema convencional, mediante la compresión de todos los vasos sanguíneos en una zona circular próxima. Es útil en amputaciones traumáticas de las extremidades, aplastamientos prolongados o cuando han fracasado las medidas convencionales, pero implica unos riesgos: gangrena, muerte por autointoxicación. El torniquete ha de aplicarse entre la herida y el corazón. Una vez aplicado, debe quitarse sólo en presencia de un facultativo. No debe emplearse, a ser posible, cuerda, alambre u otros objetos finos que puedan "cortar" al comprimir; lo usual es utilizar un pañuelo triangular plegado o algo similar con suficiente anchura (5 cm. aproximadamente).
Es muy importante reflejar en un papel grande prendido a la víctima o escribiendo directamente en la piel, preferentemente en la frente (el sudor puede borrar algunas tintas), la hora y la localización del torniquete y debe procurarse mantenerlo a la vista no ocultándolo con ropa u otros objetos.


El shock hipovolémico es un estado clínico en el cual la cantidad de sangre que llega a las células es insuficiente o inadecuada para que puedan realizar su función normal y de persistir desencadena en coma. Los síntomas son:

1. Palidez, piel fría y húmeda.
2. Desasosiego, sed.
3. Pulso débil y rápido.
4. Respiración lenta y profunda, a veces ruidosa.
5. Obnubilación.

Ante un shock hipovolémico debemos aflojarle las ropas u objetos que opriman su cuello, pecho o cintura.Colocarlo en posición antishock, tumbado sobre la espalda con las piernas elevadas no más de 45º. Evitar pérdidas de calor. Insistir en el control de la hemorragia. Traslado a un centro sanitario, vigilando las constantes vitales.


Posición antishock.



• Primeros auxilios en caso de hemorragias internas

En estos casos se debe de asegurar la permeabilidad de las vías aéreas, valorar la respiración y también la circulación. Prevenir y tratar el shock hemorrágico (o hipovolémico). Traslado urgente a un centro sanitario, en posición antishock, vigilando las constantes vitales. Evitar pérdida de calor en la víctima.


• Primeros auxilios en caso de hemorragias por orificios naturales

Otorragia: salida de sangre por el oído.

1. Posición lateral de seguridad sobre el oído sangrante.
2. Almohadillado bajo la cabeza.
3. Traslado en posición lateral de seguridad, sobre el oído sangrante, con paciente correctamente inmovilizado.
4. No taponar.

Epíxtasis: salida de sangre por la nariz.

1. Compresión manual de la fosa sangrante.
2. Taponamiento anterior mediante una gasa empapada en agua oxigenada.
3. Traslado para valoración facultativa.



IMPORTANTE: Tras un fuerte traumatismo en la cabeza, puede haber signos de hemorragia por la nariz, por un oído o ambos; formarse un acúmulo de sangre o líquido transparente en las zonas alrededor de los ojos o algunos de estos signos simultáneamente. Si esto ocurre, no confundir con hemorragias aisladas. Esto es más grave: puede tratarse de una fractura de cráneo.




• Primeros auxilios en caso de amputaciones traumáticas

En la zona de amputación debe controlarse la hemorragia (torniquete, si procede).
La parte amputada:

1. Se cubrirá con apósitos estériles.
2. Se colocará dentro de una bolsa de plástico.
3. Se colocará dentro de otra bolsa de plástico o recipiente con hielo en su interior.
4. Trasladar junto al lesionado a un centro especializado para su reimplante.













• Maniobra de desobstrucción

Estas maniobras consisten en presionar la zona inferior del tórax para comprimir los pulmones y que estos expulsen fuertemente el aire contenido con el fin de empujar hacia el exterior el objeto que obstruye.
Si la víctima está tumbada, nos sentaremos en sus muslos mirando hacia su cabeza, que la colocaremos ladeada. Situaremos nuestro puño en la boca del estomago (inmediatamente debajo de las costillas) y presionaremos oblicuamente hacia abajo y hacia la cabeza.
Si la víctima está de pie o sentada la pasaremos los brazos por debajo de sus axilas y presionaremos, con el puño cerrado ayudado por la otra mano, en el mismo punto, oblicuamente hacia nosotros y hacia arriba. Las presiones han de ser secas y profundas. Continuaremos intercalando 2 insuflaciones cada 4 compresiones abdominales.
Estas maniobras no se pueden hacer en víctimas con obstrucción parcial (tosen, se quejan, pueden hablar) que sólo las invitaremos a toser. Nunca dar golpes en la espalda a los adultos. Tampoco las usaremos en embarazadas o en niños de corta edad. A estos últimos los colocaremos cabeza abajo e intentaremos desalojar el obstáculo mediante golpes fuertes entre los omoplatos.







• Primeros auxilios en caso de contusiones

El primer paso sería inmovilizar y elevar la zona afectada. Aplicar frío local mediante compresas de agua fría o hielo (envuelto en un paño o bolsa para que no toque directamente en la piel) para conseguir vasoconstricción o cerramiento de los vasos sanguíneos y congelación (anestesia) de las terminaciones nerviosas del dolor. No pinchar los hematomas. Valorar por personal facultativo, ya que suelen ocultar bajo ellas, en ocasiones, lesiones importantes internas que pueden pasar desapercibidas.


• Primeros auxilios en caso de esguince y luxación

En primer lugar debemos de inmovilizar la articulación afectada mediante un vendaje compresivo. Elevar el miembro afectado y mantenerlo en reposo. Aplicar frío local. No reducir nunca la luxación. Valoración de la lesión por personal facultativo.
En caso de fractura, inmovilizar el foco de la fractura (sin reducirla), incluyendo las articulaciones adyacentes, con férulas rígidas, evitando siempre movimientos bruscos de la zona afectada o moviéndola, de ser necesario, en bloque y bajo tracción.